Embarazo en la adolescencia

La adolescencia es una de las etapas más bonitas de la vida, la OMS explica que este periodo comienza a los 10 años y termina a los 19. Además, según se explica, las edades que más se aconsejan para tener un bebé son a partir de los 20 hasta los 35 años, aproximadamente. Ya que es en esto años donde se presentan menos riesgos en la salud, tanto de la madre como la del bebé que viene en camino.

Lastimosamente, el 90% de los adolescentes en países semi-desarrollados y el 10% en países desarrollados se han convertido en padres. El embarazo precoz conlleva a que la tasa de mortalidad de la madre o la del niño sea más grande, teniendo riesgos de aborto, parto antes del tiempo, recién nacidos con bajo pese, etc…

Además de ello, está más que claro que ni el cuerpo ni mucho menos la mente de las adolescentes se encuentra completamente preparada para la gran responsabilidad de ser madres. Abonado a ello, se suman los matrimonios forzados con intenciones de proteger a la madre y al bebé.

En algunos casos, los padres adolescentes se ven tan presionados y atemorizados por la responsabilidad que les avecina que prefieren dar al bebé en adopción y, por lo general, suelen presentar desamparo económico y social.

¿Cómo afecta la mentalidad de la madre estar embarazada en la adolescencia?

Diversos estudios realizados han demostrado que muchas de las adolescentes con embarazos precoces no desean tener al bebé, incluso existe rechazo hacia la idea de ser madres, además esta situación por la que atraviesan, pasa a transformarse en un trauma que les cuesta superar.

Aparte de ello, otros conflictos mentales por los que pasa la madre son:

  • Sentimientos de rechazo al bebé: como son conscientes de que son muy jóvenes para traer una nueva vida al mundo y de las incapacidades que tienen para criarlo, desean no tenerlo. Aparte, se les agrega sentimientos de culpabilidad, tristeza y baja autoestima, lo que lleva a que muchas caigan en depresión.

  • Falta de comunicación y problemas con la familia: es muy común, en especial en aquellas adolescentes que quieren salir de su círculo familiar y formar su propia familia, que tengan problemas para comunicarle a sus padres y el resto de la familia que han salido embarazadas. Una vez que lo hacen, en muchos casos tienen que enfrentarse al rechazo por parte de los padres y el resto del entorno familiar.

  • Miedo hacia la responsabilidad que tendrán: cuando la adolescente sale embarazada se da cuenta de que ha saltado esa bonita etapa de su vida y se ha adentrado al mundo adulto sin la preparación debida, razón por la cual lucha contra los sentimientos de miedo y frustración, ya que aunque sabe que no hay vuelta atrás, no sabe si podrá cuidar al bebé como es debido.

  • Temor al rechazo: el embarazo precoz hace que la adolescente sienta que es juzgada por toda la sociedad, de modo que, en muchos casos, busca aislarse del resto del mundo.

Ser madres es el mejor sentimiento y experiencia que puede existir, sin embargo, es mejor preparase de antemano y no saltarse etapas en la vida. La mejor manera que existe de prevenir un embarazo precoz es teniendo una buena comunicación con tus padres y preguntar cualquier duda que tengas sin sentir pena alguna.

Es por ello que el papel de los padres es fundamental en esta etapa en la vida de sus hijos, es importante que tengan una comunicación abierta con ellos y que el tema de la sexualidad no sea un tabú entre los miembros de la familia, sino más bien darles la confianza y explicarles los problemas y cambios físicos, mentales y hormonales a los que se pueden ver sometidos en un embarazo en la adolescencia.